
Fácil
188 min
244.3 kcal = 1,021kj /por porción
26.7 g | Carbohidratos |
244.3 kcal | Energía |
12.8 g | Grasas |
4.9 g | Fibra |
9.2 g | Proteína |
2 g | Grasas saturadas |
71 mg | Sodio |
5.6 g | Azúcares |
Las nueces son un tipo de fruto seco que le aporta al organismo una gran cantidad de nutrientes y compuestos orgánicos beneficiosos. Continen Omega 3 que contribuye al adecuado funcionamiento del sistema cardiovascular.
¿Qué hacer para que el pan quede esponjoso?
Lo que puedes hacer para que el pan quede más esponjoso es:
Agregar levadura fresca: es más potente y ayuda a esponjar mejor el pan que aquella que está seca.
Usar suficiente agua: el pan quedará más húmedo y esponjoso agregando la cantidad de líquido que recomienda la receta, si es menos quedará seco.
No exceder el tiempo de amasado: si lo sobrepasas tendrás un pan muy denso. Esto se debe a que la masa requiere más quietud para que pueda fermentar adecuadamente.
Un buen horneado: coloca el electrodoméstico en la temperatura indicada por la receta y no lo abras antes de tiempo o muchas veces, pues el calor se escapa y el pan no esponja.
¿Qué ingredientes se pueden agregar al relleno del pan?
Hay una gran variedad de ingredientes que puedes agregar para variar la textura del pan:
Frutos secos: elige una o varios tipos que prefieras entre avellanas, nueces, almendras y castañas. Procura cortarlos en láminas o trozos pequeños.
Frutas desecadas o deshidratadas: aquí encuentras ciruelas y uvas pasas, albaricoques, dátiles y melocotones (orejones). Agrégalos enteros.
Fruta confitada: existen muchas variedades que le darán un sabor dulce y un colorido relleno al pan.
Chips de chocolate: agrégalos hacia el final del amasado. Aporta un sabor dulce.
¿Qué hago si el pan queda duro o seco?
Sigue estas recomendaciones para recuperar el pan que preparaste en casa si quedó seco y duro:
Cubre el pan con una toalla húmeda: esta debe estar limpia y tibia. Colócala sobre el alimento en cuanto este se haya enfriado, así se podrá mantener la humedad y evitar que se siga secando.
Calienta el pan antes de servirlo: sólo ligeramente ya sea en el microondas o en una tostadora para hacerlo más suave y húmedo.
Guárdalo en la nevera: en una bolsa o recipiente bien sellado. Cuando lo vayas a consumir, descongélalo a temperatura ambiente y luego ponlo a calentar solo unos instantes para mejorar su textura y nivel de humedad.
Me encanta esta receta.