1. Una vez lavadas y desinfectadas las fresas, sécalas bien con papel toalla o una toalla bien limpia. Deben estar bien secas para que duren más tiempo con la mejor calidad.
Prepara el chocolate
2. Coloca una olla pequeña a calentar y sobre esta coloca un bowl bien limpio. Añade 3/4 partes del Chocolate Familiar NESTLÉ REPOSTERÍA® en el bowl a derretir. Mueve constantemente hasta que el chocolate esté completamente líquido. Retira del fuego y añade el 1/4 restante de Chocolate Familiar NESTLÉ REPOSTERÍA® y con una espátula disuelve el chocolate troceado. Repite el proceso con el Chocolate Blanco.
Cubre las fresas
3. Una vez los chocolates listos y las fresas secas, sumerge las fresas en los dos tipos de chocolate. Coloca sobre una lata preparada anteriormente con papel antiadherente y lleva a refrigeración para que el chocolate enfríe.
Decora
4. Una vez el chocolate endurecido, decora las fresas con el chocolate de color opuesto al usado para la cobertura. Sumerge un tenedor en el chocolate, retira y esparce los hilos de chocolate sobre las fresas. Añade un poco de grageas verdes y rojas y coloca en pirutinas grandes. Lleva a refrigeración nuevamente.
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